Tras un primer día que sirvió para que el grupo se conociera y tomara contacto con la ciudad de Madrid, comenzamos la segunda jornada del programa con un divertido método de activación en el que simpáticos monos y bananas fueron los protagonistas. Una vez que el grupo estuvo totalmente despierto y reactivado nos pusimos manos a la obra y presentamos ante los demás compañeros las expectativas que teníamos depositadas en estas jornadas de intercambio. Al terminar, Evelina y Ricardo pasaron a explicarnos en detalle las actividades y objetivos que engloba el programa Juventud en Acción, lo cual sirvió para que comprendiéramos mejor aun por qué y para qué estamos aquí. Más tarde, tras comer en el albergue, nos dirigimos todos al centro de Madrid para realizar un recorrido turístico por las zonas más representativas de la capital. En esta ocasión el grupo se dividió temporalmente entre museos, parques y demás atracciones, para, una vez agotados de tanto caminar, reencontrarnos en La Latina y retomar fuerzas con una caña recién tirada y un suculento bocadillo de calamares, morcilla o alguna de las otras muchas delicatessen que ofrecen las tascas madrileñas. Acabada la cena, en el camino de vuelta a “casa”, hicimos una parada técnica en un barecillo cercano al albergue para degustar un digestivo orujo de hierbas que nos ayudase a entrar en calor y encontrar el merecido descanso tras una larga y fructífera segunda jornada de intercambio.
Curro
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