Sabato 22 ottobre

El sábado 22 amaneció con una temperatura extrañamente agradable en Casa de Campo. Como teníamos la mañana libre, los despertadores se silenciaron y cada cual se despertó a la hora que mejor le pareció. A intervalos intermitentes por las puertas de los edificios íbamos apareciendo , en busca de algo que llevarnos a la boca. La mayoría de nosotros, y siempre escalonados, cogimos el metro y nos dirigimos al centro de Madrid, portando en nuestras manos unas bolsas blancas que contenían el picnic que nos habían preparado en el albergue: se agradece el esfuerzo que hacen los cocineros, pero “questa pasta è immangiabile”. Algunos pasaron la mañana paseando por las calles de Madrid; otros, fuimos a la tienda de Aculco, donde pueden adquirirse todo tipo de productos de mercado justo. Tras el almuerzo, que cada cual realizo donde quiso, regresamos al albergue para seguir con el programa establecido. La tarde transcurrió entre presentaciones de los países que aun no habían expuesto: primero, Yan nos recordó que China es garante de una cultura milenaria, y trato de acercarnos la lengua y la música de su país, elementos indisociables, pues en este caso, no puede entenderse el uno sin el otro; más tarde, Camila nos desmintió algunos de los estereotipos más extendidos acerca de Brasil, en una presentación entretenida y agradable, a la que puso el broche de oro un impresionante video del grupo de samba ganador del carnaval de Rio 2011; por último, los españoles, lejos de evitar los estereotipos que rodean a España, los abrazaron y se dieron a una divertida parodia en la que estuvieron presentes un torero, unos bailaores e incluso un toro! La jornada de trabajo termino con una interesante exposición llevada a cabo Por Gessica y Jonathan. En ella, se aclaro el significado de conceptos como identidad sexual, genero sexual, orientación sexual, y roles sexuales. Además, propusieron un juego que tenía como objetivo demostrar que todos y cada uno de nosotros podemos formar parte de una minoría que, inserta dentro de un grupo mayor, debe ser respetada y afirmada sin miedo ni tapujos. Después de colmar nuestros vacios estómagos en la cena, el día fue agotándose al mismo tiempo que lo hacían nuestras fuerzas, cuyos últimos coletazos fueron destinados a la conversación distendida que precedió al momento en que nos abandonamos al sueño reparador y ponemos nuestras esperanzas en los sueños de los que solo nosotros somos dueños.

Aimon